Amanece un día soleado, con cielos despejados y una temperatura agradable. Aunque el ambiente es propicio para disfrutar y celebrar que seguimos viviendo, no podemos desembarazarnos de ciertos sentimientos contrapuestos, porque somos conscientes de que sería conveniente que lloviera. Una mañana tormentosa, con copiosas lluvias, vendría muy bien para paliar los efectos de la sequía. No obstante, predomina el optimismo: estamos a 3 de junio, y está planificada para hoy mismo una visita a la escuela de la fundación ONCE del perro guía (FOPG)
Las plazas del autobús están reservadas para componentes del coro y sus parejas y allegados. No han quedado plazas libres. Así pues, la convocatoria ha resultado un éxito. El personal ha respondido masivamente, con gran sentido de responsabilidad y de puntualidad. No ha habido ningún retraso. Con lo cual, el autobús arranca a la hora prevista. La salida de Cabanillas se hace algo aburrida y lenta. El trayecto es bastante tortuoso y las vías estrechas. Da la impresión de que nunca vamos a salir del pueblo. Por tanto, suspiramos de satisfacción al salir a la carretera y ver que ya estamos a tiro de piedra de la A-2. Es entonces cuando notamos que al ser sábado la autovía está despejada; y que, como consecuencia del escaso tráfico no hay atascos.
De manera que en un suspiro, sin apenas darnos cuenta, ya estamos en Alcalá. Esto marcha. Así que nos sumimos en profundas meditaciones. Cada cual a la suya, como es lógico. Y sin apenas haber tenido ocasión de rumiar nuestros pensamientos, nos damos cuenta de que ya estamos en Boadilla. Casi genera más impaciencia el viaje desde la llegada al pueblo hasta el centro canino que todo el trayecto anterior.
Pero por fin llegamos al destino. El reloj aún no marca la hora prevista de llegada. Llegamos con tiempo de sobra para esperar a que se presente la guía que nos va a acompañar durante la visita. Ella se encargará de explicarnos con todo lujo de detalles tanto el objetivo de la escuela como su funcionamiento. Así que, ahora sí, todo está listo. Comienza la sesión…
La sesión se va desarrollando por los cauces previstos. Poco a poco, vamos aprovechando la oportunidad de conocer el centro; su magnífica organización; la perfecta planificación, que va desde la fecundación de las hembras hasta el momento (sobre los dos años de edad) en que los cachorros están disponibles para dedicar su vida a la compañía, atención y guía de sus respectivos dueños; el concienzudo y necesario adiestramiento para las labores a las que están destinados; etc. Pasando por todas las etapas intermedias, entre las que se encuentra un período de adopción por parte de una familia de acogida durante un período fijado de antemano. Muy interesante todo… La visita finaliza tras completar una vuelta completa a las instalaciones, de las que cabe resaltar que son amplias, luminosas y confortables. Muy aptas para la labor a la que están destinadas.
A continuación, viaje de vuelta a casa. Y a descansar, con la sensación de objetivo cumplido.
Muchísimas gracias por escribir este post explicando nuestra experiencia del pasado sábado. Yo disfruté mucho, particularmente por la compañía tan buena de todos los que pudieron asistir, y animo a los que no les fue posible venir a que se planteen visitar la escuela en el futuro. 🦮